Descubrir sitios más y más sitios en Estambul es adictivo. La ciudad es inmensa, interminable y llena de rincones por descubrir. En las últimas semanas he descubierto 3 pequeños tesoros en la inmensidad de sus calles.
Perfecto para comer en la calle, no te lo pienses ni un minuto entra y pídete una hamburguesa humeda, en turco Islak burguer. Cuanto más tarde en la madrugada mejor sabe el invento del Kizilkyalar. La hamburguesa parece recién salida de un Hamam o baño turco. No hay una sin dos. Hay cola a todas horas, luego es casi obligado el comer de pie.
Entra, siéntate alrededor de la barbacoa y pídete un adana kebap (kebap bastante especiado) y un sis kebap con unos tomates al grill y acompáñalo con raki. No te preocupes por el olor a gitano la campana extractora es buena y evita olores. El sitio es popular y espectacular. Comer delante del grill abre el apetito que es un primor. Siempre acabas hablando con la gente que te rodea.
Deniz Güven y Basak Yilmaz me llevaron a este restaurante, uno de los restaurantes más de moda en Estambul. Si eres amante de la carne y la chuleta no te lo pierdas. El dueño del local se marchó hace unos años de viaje a Brasil y Argentina para aprender de primera mano el como hacer la carne. Si a eso la añades un cierto toque turco la combinación es irresistible. En el restaurante tienen una carnicería y cocina abierta. Pide "sisa" y "lokum", la carne se te deshace literalmente en la boca cuando la pruebas.
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