Wednesday, December 27, 2006

3 Libros

(foto cedida por la fotógrafa Amparo España)

El año se está acabando y por aquí ya estamos inmersos en el terrible, largo y duro capitán invierno. Aunque pueda parecer una imagen triste, tétrica y en cierta manera fantasmagórica desde un punto de vista latino. El invierno finlandés te permite relajarte y disfrutar de otros placeres como la lectura. Como este año tenemos poca nieve, debe de ser debido al cambio climático, he tenido que posponer mis aficiones de hacer iglús y estatuas de hielo con una sierra mecánica para un poquito más tarde.

El año pasado, en el crudo invierno nórdico, leí bastantes libros, tres de los cuales, me atrevo a recomendaros ya que resultaron ser maravillosos. Todos llegaron a mis manos a traves de recomendaciones de buenos amigos y pensé que algunos de vosotros podríais también disfrutarlos. El primero me ayudo a contemplar y a reflexionar, el segundo me sumergió en una historia inesperada y siempre fascinante y el tercero me hizo reir sin parar lo cual me ayudó a olvidar las penas del invierno.

Aquí van mis tres libros:

1.- Nieve de Maxence Fermine (título muy apropiado para estas latitudes)
2.- La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón)
3.- Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (Pablo Tusset)

Ya que hoy comenzaron las rebajas en este país, pensé que podría hacer acopio de unos cuantos ejemplares, para superar las penurias del frío. Y porque no leer para olvidar o para evadirme en mundos imaginarios.

Cuales son los mejores libros que habeis leido?

Monday, December 25, 2006

Navidad en Finlandia

El día de nochebuena en Finlandia comienza por la mañana temprano. Una gran olla de arroz con leche caliente espera en el fuego a toda la familia. En la cacerola se pone una almendra. Al afortunado que le toque, manda la tradición finlandesa, que le acompañara un año de buena suerte. Tras el desayuno la familia al completo va a la sauna. En la radio de fondo habla el obispo de Turku transmitiendo el tradicional mensaje de paz. Una vez acabado el tradicional lavado finlandés espera a todos los comensales un café con pasteles de navidad y galletas de jengibre que los niños han preparado con esmero en los días anteriores.



La cena de nochebuena comienza a las 3 de la tarde. Las entradas a la cena son marcadas por la tradición finlandesa: ensalada de arenques con requesón casero, salmon en salazón con eneldo y lavareto ahumado.

El segundo plato es un gran jamón asado, tan grande que probablemente lo estaremos comiendo durante las próximas 2 semanas. Al plato principal acompañan pures gratinados de zanahoria, patatas y nabos suecos.


Tras la cena un despistado papá noel empieza a llamar a todas las puertas y ventanas, tratando de encontrar la entrada correcta. Una vez encontrada la puerta entra y pregunta retóricamente: Hay aquí niños buenos?

Saturday, December 23, 2006

Feliz Navidad y próspero 2007!


Desde Finlandia desearos a todos una muy Feliz Navidad y un prospero año lleno de alegrías y éxitos tanto en lo personal como lo profesional.

Thursday, November 30, 2006

No hay dos sin tres

Foto cedida por la fotógrafa Amparo España

Ribadesella, 30 de septiembre. Amanece un día soleado en Asturias. En el pueblo todavía se oyen los rumores de que un grupo tumultoso de vikingos habían tomado la noche riosellana el día anterior. Las señoras del pueblo cuchicheaban en los alrededores de la plaza que entre los alborotadores no había sólo gente joven, sino tambien, alguno de más avanzada edad. Así son los finlandeses, joviales y campechanos.

Al día siguiente los nervios estaban a flor de piel. En el reloj de la iglesia sonaron las doce y la novia, Pauliina Sarvilahti se bajo del coche con gesto radiante. En le altar nervioso esperaba Manuel Jimenez Foneca. La ceremonia fue emotiva y preciosa.

Con este matrimonio hemos cerrado nuestra segunda alianza asturiano filandesa. Y acordaos lo que dice el dicho: "No hay dos sin tres"

Tuesday, November 21, 2006

Haileybury vs Tonbridge


Nombre: Angus Head
Nacionalidad: Inglesa
Profesión: Profesor de psicología y entrenandor de rugby
Altura: 1,96
Complexion: Gruesa

Trabamos amistad unos años atras en Oviedo. Por aquel entonces yo estaba en uno de esos años de transición que te da la vida. Uno de esos años que uno puede considerar inservibles en el momento en el que se producen. Pasado el tiempo te das cuenta de que aquel fue el año precisamente en el que se generó la inflexión y el cambio hacia un nuevo destino. Finlandia.

Nos conocimos de manera casual en la academia de inglés a la que yo había ido toda la vida. Un año mas empezaba el rutinario proceso de la educación universitaria. La directora de la academia nos anunció que había un profesor nuevo, probablemente habían echado al antiguo ó quizá, el anterior se había largado porque no le pagaban lo suficiente.

El chico apuntaba maneras, metodos innovadores, entusiasmo y muchas ganas de enseñar. El ambiente hostil. Un grupo de estudiantes, que iban a la academia por inercia ó forzados por sus padres. Lo cierto es que el tipo me cayó simpático. En el descanso entablamos conversación.

- Oyé,¿conoces a alguien en este pueblo?
- Pues la verdad es que no, ando bastante colgado, acabo de llegar hace una semana.
- ¿Te apetece venirte a tomarte unas cañas con nuestro grupo de amigos el sabado?

Al tipo se le puso una sonrisa de oreja a oreja. Le pidí el móvil y acordé con él que le llamaba el sabado.

El sábado descolgué el teléfono y marqué el movil que me había dado. Una operadora automática me indicó que el móvil que había marcado no existía. Se me cayó el alma a los pies pensando en lo decepcionado que se iba a quedar el susodicho al no recibir la llamada acordada. Haciendo un ejercicio de memoria supina recordé que en el descanso entre clase y clase, el inglés me había mencionado que vivía en Las Caldas. Un pequeño pueblo situado a las afueras de Oviedo a la ribera del Nalón.

Comento la situación a mi padre, cogemos el coche y nos vamos a Las Caldas a ver si damos con el inglés y su casa. Primera pregunta que se nos viene a la cabeza. ¿Por donde empezar la investigación? Decidimos ir a uno de los bares del pueblo, Casa Eleuterio. La combinación no puede fallar. Las dos palabras son inseparables, inglés y bar. Seguro que lo conocen. Dicho y hecho, nos plantamos en Casa Eleuterio y preguntamos al dueño.

- Oyé, ¿conoces a un inglés que viva por aquí cerca?
- Sí, para bastante por aquí. Viene todos los días. Llegó hace una semana. Vive en una casa amarilla cerca del desvio al golf municipal.
- Gracias

Damos con la casa y llamamos a la puerta. Se asoma Angus. Se queda sorprendido de nuestra inesperada visita, pero una vez explicado lo ocurrido, se muestra eternamente agradecido. Luego según lo planeado salimos por la noche y desde aquel dia el inglés empezó a formar parte de la sociedad ovetense.

7 años después

Quien te ha visto y quien te ve. En la actualidad Angus es profesor de psicología, House Master y entrenador de rugby en Haileybury, uno de los colegios más elitistas del Reino de la Gran Bretaña. Como era previsible al cabo de unos años trabajando en la academia de inglés se marchó porque no le pagaban lo suficiente.

Tras un viaje relampago a Asturias para presentar a nuestro hijo a la familia española aprovechamos para hacer una parada en Londres para hacerle una visita de fin de samana antes de volver a Helsinki.

El sabado por la mañana nos levantamos temprano. El día amaneció nublado. Nos montamos en el coche y nos dirigimos a Tonbridge. Colegio rival. El día parecia apuntado a marcar historia. Equipos de rugby de diferentes edades se enfrentaban unos contra otros. Angus dio el discurso de motivación a sus chicos y comenzó el partido. Tras 20 minutos de rifirafe inicial, Tonbridge abré el marcador con un ensayo. A partir de ahí la hecatombe. Resultado final Tonbrige 24 Haileybury 0. Todos los equipos de Haileybury salieron derrotados aquel día. Como bien indicaba al principio el día marcó historia pero para Tonbridge El titular del diario marca hubiera sido "Pa casa". Bueno, pues eso, que tras acabar el partido nos tomamos unas pastas y un té en el refectorio gótico del colegio de Tonbridge, en compañía de un conjunto de acaudalados padres ingleses. Una vez finalizado el ágape, recogimos los bártulos y nos fuimos "pa casa". Otra vez será.

Sunday, November 19, 2006

Aimo Llaneza

Una de la mañana. Suena el teléfono. Confundido me despierto. Intento situarme mentalmente y me doy cuenta de que estoy en casa. Solo. ¿Por qué? El telefóno sigue sonando y leo en la pantalla Anna-maija, mi mujer. Con la voz tomada, desconcertado y todavía intentando situarme descuelgo el teléfono. ¿Si? La voz al otro lado me dice, Juan tengo fuertes dolores. Haz lo que te parezca creo que esta viniendo. Sigo intentando situarme. ¿Viniendo? Miro el reloj del despertador y marca la 1:10. ¡Coño! el niño. Anna-Maija salgo inmediatamente para el hospital, respondó.

Me visto rápidamente, me monto en la bici y salgo como un tiro para el hospital. Después de 300 metros rodando a un ritmo infernal, me doy cuenta de que debería haber cogido la chaqueta, a pesar de ser 1 de agosto en este país, Finlandia, nunca te puedes fiar. Decido seguir y aprieto todavía un poco más el ritmo, por un momento me llego a creer que soy Lance Amstrong. A mitad de trayecto me desinflo y tengo que bajar el ritmo. Salida de potro parada de burro. Los últimos metros se me hacen eternos.

Llego al hospital. Me encuentro a Anna-Maija caminando de un lado para otro de la habitación de manera obsesiva, obviamente intentando olvidar el dolor. Se para un momento y grita: Aaaaaaaah. ¿Qué tal? Pregunta de perogrullo, pero no se me ocurre otra manera mejor de comenzar la conversación. Duele mucho. Llama a la enfermera. Aprieto el botón y me asomo al pasillo. Al fondo veo a una enfermera en su despacho. Ni se ha inmutado. Vuelvo apretar el botón y esta vez parece que se espabila y empieza a caminar hacia nuestra habitación. Anna-Maija pide la epidural y la enfermera le dice que es demasiado pronto. No obstante decide enviarnos al paritorio.

Entramos en la habitación el dolor aumenta y se hace cada vez más frecuente. Anna-Maija grita cada más y cada vez con más fuerza. La enfermera nos dice que se va a ausentar unos minutos porque hay un caso más urgente. ¿Más urgente? Me desespero. Anna-Maija se ducha para aliviar el dolor. Camina de lado a lado, grita y de vez en cuando hasta baila. La situación se hace insostenible y aprieto el botón. A los cinco minutos llega la enfermera. Por favor, ¿podría ponerme la epidural?. Es demasiado tarde responde la enfermera. No doy credito a lo que oigo.

La enfermera me empieza a dar ordenes y yo obedezco. Tras 45 minutos de sufrimientos, empujones y gritos. Nace Aimo. Nada mas nacer, empieza a llorar y parece que el llanto da paz a todo el ajetreo que hemos vivido en las últimas horas. Lavan al niño, lo envuelven en sábanas. Lo noto muy frágil y me da miedo cogerlo. Una vez en brazos lo miro y pienso que es muy guapo.