Así viví la victoria de la selección

Celebración por todo lo alto en Cibeles con Hugo Giralt

Tuve la suerte de ser parte de esas generaciones que vivió la victoria de España en el mundial de Sudáfrica, mi familia ya dormía. Aquel mágico gol de Iniesta me hizo saltar sobre el sillón, mordiendome la lengua en el salón de mi casa de Finlandia para no despertar a todo el mundo. Lloré como un niño en el silencio de la noche, disfrutando en soledad de un momento que parecía ser histórico. Nunca había visto ganar a un equipo que sentía como mio. Quería abrazar a todo el mundo, pero no podía, no había nadie. Sustituí la parte afectiva mandando mensajes a todo el mundo. Unas semanas antes, por una de esas casualidades que te da la vida, había comprado un billete de avión a Madrid por razones laborales. El destino quiso que llegara a Madrid a la misma hora que los campeones. Madrid estaba resacosa pero radiante y con ganas de más fiesta. El circuito del paseillo de los campeones estaba abarrotado de gente. En Cibeles con Hugo Giralt, Andy y Medina Goodman cumplí un sueño al que aspiraba desde niño. Yo en la Cibeles celebrando que España era la Campeona del mundo.