En el año de la crisis económica y de la hecatombe del sector de la contrucción e inmobiliario, nos hemos metido a quemarropa y sin vuelta atrás con el proyecto de construir nuestra nueva casa. Es como ya sabéis, acérrimos e infatigables seguidores, el sueño finlandés. Es el sueño de tener tu casa, con tu jardín, tu sauna, tu barbacoa, tu perro, tu huerto, todo ello perfectamente planificado y diseñado para la busqueda de un espacio de privacidad y silencio, palabras las dos muy importantes y trascendentales para el encuentro de la felicidad de los finlandeses de a pie.
A día de hoy poseemos dos agujeros el primero el físico, vamos el de la foto, y el segundo el económico, ya sabéis la dichosa hipoteca, no obstante, tal y como están hoy los tiempos quizá deba dar las gracias a dios y considerarme un afortunado por haber recibido la venia banquera para recibir un crédito y poder llevar a cabo nuestros planes.
A día de hoy poseemos dos agujeros el primero el físico, vamos el de la foto, y el segundo el económico, ya sabéis la dichosa hipoteca, no obstante, tal y como están hoy los tiempos quizá deba dar las gracias a dios y considerarme un afortunado por haber recibido la venia banquera para recibir un crédito y poder llevar a cabo nuestros planes.
En fin, que si por un casual mañana todo se acabara, al menos tenemos este precioso agujero para hacernos una buena piscina.